Amarillo brillante, con reflejos verdosos. Posee aromas intensos, que evocan vahos cítricos (pomelo rosado) y algunos toques herbáceos. Frutado y fresco en boca, la fugaz nota robliza debida a su breve crianza en madera lo convierte en un blanco equilibrado y singular.
Crianza: 3 meses en roble francés de 1 año